
Anuncio 1
martes, 14 de febrero de 2017
Veinte años más tarde, un agrimensor alemán intentó perfeccionar la máquina de Sivrac.
Ajustó
dos medas a un caballete de madera provisto de un gorrón (extremo
rebajado de una madera o eje, que entra en un hueco de otro), puso una
especie de manillar y agregó un asiento. Carlos Federico Drais
(1785-1851), que así se llamaba el agrimensor alemán, fue visto por las
calles de Mannheim montado sobre su nueva máquina, la draisiana, a la
cual hacía correr con fuertes enviones dados alternativamente por cada
pie. Pero tampoco, ladraisiana fue tomada en serio. Los peatones se desternillaban de risa al ver semejante cabalgadura.

Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario